
Galindo y Racero charlan con los asistentes.
Lo comentaba uno de los asistentes nada más terminar el acto: “Dan ganas de ponerse a pensar ideas para emprender ahora mismo”. Se cumplía así el principal objetivo del evento Innovation Talks, las charlas abiertas de emprendimiento e innovación organizadas por Grupo Joly y BBVA: Inspirar nuevos proyectos a partir de las experiencias de dos emprendedores que son dos de las referencias en el sector de las startups como son José Antonio Racero, director ejecutivo de la empresa algecireña Omnium Lab, y Jorge Galindo, cofundador y CPO de 47 Degrees. Con el balcón al mar que ofrece el restaurante New Tharsiss del Paseo Marítimo de Cádiz como telón de fondo, la segunda edición de este evento -el primer encuentro se celebró en Málaga el pasado mes de diciembre- registró un nuevo éxito de participación, reuniendo aproximadamente a un centenar de personas.
Racero y Galindo fueron presentados por el responsable de contenidos de Joly Digital, Jesús Ollero. Antes de dar paso a los protagonistas de la jornada, Fernando Maturana, director de zona de BBVA en Cádiz, agradeció a los ponentes y al Grupo Joly que iniciativas como Innovation Talks se lleven a cabo. También recordó que el banco mantiene un “compromiso incuestionable e irrenunciable con los procesos de transformación tecnológica”, como demuestran los pasos que ha dado en este sentido en los últimos tiempos, haciendo posible por ejemplo la domiciliación de un recibo a partir de una simple foto subida a una aplicación. Por su parte, la responsable de marketing de BBVA, Reyes Bolumar, dio a conocer el proyecto Open Talent, una competición que cumple su octava edición y que busca ayudar a impulsar el ecosistema de emprendimiento.

José Antonio Racero
La historia de Omnium Lab, empresa especializada en videojuegos de carácter formativo (serius game), aplicaciones móviles y realidad aumentada, germina un 21 de mayo de 2012, cuando José Antonio Racero, “un trabajador por cuenta ajena frustrado”, asiste en la Politécnica de Algeciras a una conferencia de Xavier Verdaguer, un emprendedor de renombre afincado en Silicon Valley. “Aquel día me levanté mal, de bajón, y fue revolucionario para mí porque cambió mi visión de todo. Fue ese punto de inflexión en el que tomé la decisión de romper con todo lo anterior y montar Omnium Lab”, recordó. “Tras nueve años de trayectoria como ingeniero civil me di cuenta de que lo que hacía no me satisfacía. De repente decidí tirar por la borda toda mi trayectoria y para mí fue un revulsivo“. Racero tomó como ejemplo al creador de Virgin, Richard Branson, y decidió aplicar su filosofía para encontrar el modelo laboral que, además de sustento, pudiera proporcionarle satisfacción personal. Como punto de partida escogió como particular mantra una de sus reflexiones: “La inexperiencia te da la libertad de seguir tu visión particular y revolucionar tu industria”. Desde una perspectiva “descontaminada”, de tabula rasa, se lanzó a la conquista de un sector hasta entonces totalmente desconocido para él y por tanto sin límites. “Todo el equipo del que he tenido la suerte de rodearme tiene esa visión, esto no es un trabajo, es un hobby productivo”. Su equipo lleva como lema la “innovación en vena”, y por ello “nos entusiasmamos como un niño pequeño con cualquier proyecto que nos llega. Proyectamos nuestra pasión, hacemos lo que nos gusta y para nosotros un lunes no puede ser un mal día. Los lunes no son lunes, son un día más de la semana en el que nos enfrentamos a algo que nos ilusiona y nos divierte”. Para el algecireño, más difícil e importante que conseguir clientes y financiación es “mantener a un equipo fidelizado, contento y motivado, que cuando tú no estés sea capaz de darlo todo por la causa. Un equipo apasionado, que tenga hambre de innovación y de seguir avanzando”. Su entusiasmo por la innovación es lo que quiso transmitir en su ponencia e “igual que aquel 21 de mayo de 2012 me supuso un punto de inflexión en mi trayectoria, espero haber ayudado a remover alguna conciencia y que de aquí surjan nuevos proyectos”.

Jorge Galindo
El segundo de los invitados al evento Innovation Talks fue el isleño Jorge Galindo, cofundador de 47 Degrees y CPO de la compañía. Su cometido es el product management, es decir, el diseño de producción dentro de la empresa, además de gestionar las relaciones comerciales en Europa y encargarse de la organización de eventos. 47 Degrees, empresa antes enfocada al desarrollo de aplicaciones móviles y ahora enfocada al software funcional, tiene unos orígenes bastante curiosos, como recuerda Galindo. “Todo empieza con amor. Mi socio, Raúl Raja, sale un día por la Punta de San Felipe, conoce una guiri y esa guiri se convierte en su mujer. Se va a Seattle a trabajar durante diez años y acaba en una startup junto con nuestros otros socios, Justin y Nick. En el salón de su casa deciden montar algo que les guste como las aplicaciones móviles, en concreto geoposicionar datos, de ahí que nos llamemos 47 Degrees, que es la latitud de Seattle. Yo tenía aquí un pequeño estudio y Raúl me llamó un lunes, el viernes estaba ya en Seattle y fue una experiencia increíble. A la vuelta decidimos montar aquí la oficina”. Actualmente 47 Degrees cuenta con tres oficinas -Seattle, San Fernando y Madrid, más la que abrirán próximamente en Londres- y un total de treinta personas implicadas. Un crecimiento exponencial.
Sin embargo, rememora Galindo, “nos fue demasiado bien” y eso les llevó a cometer errores. “Siempre hemos sido una empresa de nichos de mercado, el nicho se abrió y nos vimos compitiendo en una liga que no era la nuestra”. Además, no hay que olvidar que “Cádiz es muy bonito, pero abrir una empresa internacional desde Cádiz, de tecnología, enfocada con target empresarial en España… es muy complejo, porque no hay un nicho de empresas y tienes que volcar todas tus acciones comerciales en Madrid o en Barcelona”. Así, se enfrentaron a un punto de no retorno, “teníamos claro que si no llegábamos a lo que queríamos tendríamos que cerrar”. Ahí apareció de nuevo la inspiración de Raúl Raja, que “encontró la tecnología funcional y vio que eso era en lo que teníamos que enfocarnos”. Así, decidieron “pivotar” de tecnología y este cambio les abrió la puerta a una nueva cartera de clientes, dedicándose al denominado Big Data. Esto es, la gestión de grandes cantidades de datos.
Por otro lado, 47 Degrees dedica parte de su trabajo a “devolver a la comunidad de desarrollo de software todo lo que nosotros hemos ido recogiendo y nos ha nutrido a lo largo de nuestro aprendizaje, por ello hacemos muchos proyectos open source y organizamos eventos, tanto locales como internacionales, organizando y esponsorizando”. Así surgió, entre otros muchos, el Lambda World, un evento de programación funcional celebrado el pasado mes de octubre en pleno barrio del Mentidero. Y eso es “lo bonito que tenemos, lo que nos hace únicos, que estamos de forma internacional con modelos de negocio más o menos complicados, pero además somos de Cádiz y transmitimos una serie de pasiones que nos hacen únicos”.
Durante las ponencias, a través del hashtag #innovationtalks, y posteriormente cara a cara en un cóctel y networking, los presentes pudieron compartir experiencias e ideas. Quién sabe si de ahí surgirán las próximas startups con sello gaditano y andaluz.